Cuando entraron a las torres, empezaron a caerles balones, y la gente actuaba como si ellos fueran fantasmas.
-Parece...como si nos quisieran guiar a...¡allí!
Siguieron la dirección que marcaba Wonderbot, y entraron en un largo pasadizo, que conducía a una casa gigantesca.
-Que raro, ¿por qué nos traen aquí?
-Será porque dentro de poco nos enfrentaremos a ellos y nos quieren tener controladitos.
-¡Hala! ¡Kaede, mira esta cocina!
-¡Es como la de los programas de la tele!
-¿Piensas lo mismo que yo?
-Sí, ¡hagámoslo!
Kaede y Atsui sirvieron una extraña cena: una copa de champán para cada uno, una flor anaranjada que parecía rebozada. Pero lo más extraño era el postre: un fuet y un tomate, y unos makis.
-¿Po-podemos beber esto?- preguntó Fei, mirando a algunos que iban por la cuarta copa, y a otros que la miraban con cara de asco-. ¿Que es esto?
-Es gazpacho, una de las bebidas más asquerosas- respondió Akari abriendo la lata que había comprado en la pastelería, y ofreciéndole a Aiko.
-Yo... Tenía entendido que eso era rojo.
-Tu lo has dicho: era. En un programa de cocina salió el "trampantojo", una manera de camuflar una comida, haciendo que parezca otra. Por eso el fuet, el tomate y los makis son el postre.
-En el programa salía una chica que modelaba el chocolate, haciendo que pareciese un fuet, el arroz de los makis está hecho de nata...
-Eso lo explica todo- dijeron los chicos con la gotita.
-Mañana cocinamos Clementine y yo, ¿eh?
-Por cierto, ¿aquí hay nitrógeno líquido?
-¡No! Hemos usado mantequilla y azúcar, no creo que pongan aquí eso.
Y con conversaciones parecidas acabó la cena.
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