domingo, 14 de diciembre de 2014

Cap.27 ¿Baile? El secreto de Atsui

Habían perdido. Da igual cual era la prueba, y como les había salido, porque perdieron.
-Muy bien -dijo el muñeco raro -Ahora Maya va a ir a vuestro equipo- apuntó a Maya y disparó un rayo, pero Hikari se puso en medio.
Hikari desapareció y se explotaron las burbujas que retenían a las otras chicas.
Después de aquellos, los del Mizu, los de la FFI, Akari y Aiko siguieron tan panchos con su vida normal: Atsui con su habitual malhumor de invierno, Shiny con su estupidez de toda la vida. El resto flipaba, sin creerse que les diera igual.
-¿¿Pero como estáis tan tranquilos??- preguntó Tenma, con los ojos desorbitados.
-¡Eso!- corroboró Maya, que se sentía un poco culpable, pero igual de sorprendida.
-Bueno, es que no es la primera vez que Hikari hace cosas así. Además, puede volver si quiere. Tampoco es que esté retenida en contra de su voluntad- le contestó Akari.
-Es que Hikari tiene el complejo ese de ser mala. Cuando se canse, volverá- continuó Aiko-. Hasta entonces hay que esperar.
-¿¿Eehh??
-Pues eso.
Al día siguiente, se les atascó el tren, señal de otra prueba de Ikuko. Encontraron un escenario, pero con un os trajes de ballet y distintas obras en un libreto.
Casi instantáneamente a Atsui se le pasó el malhumor y se puso a hojear el libro.
-Todo apunta a que quieren que hagamos un ballet-murmuró Atsui.
-¿¡Un ballet?!- exclamó Aoi, que la había oído.
-Bueno, pues haremos la Siesta de un fauno. Será fácil, dura 12 minutos- propuso la pelirroja y, tras la aprobación del resto se puso a dar órdenes - Bien, de ninfas seremos Lydia y Christina, que han hecho un poco de ballet, Aiko y Clementine, para las figuritas griegas, Yuki, por el patinaje sobre hielo, y Miria y yo, que vamos a ballet. Y, de fauno...-Atsui ya no sabia a quién elegir- Pues a Fubuki, que también hace patinaje.
-¡Te compadezco!- le dijeron al unísono Shiny y Midorikawa a Fubuki.
-¡No cantéis victoria tan rápido!- les advirtió Atsui con un brillo en los ojos- Vosotros pondréis el escenario.
Al cabo de un rato, ya estaban las ninfas caminando como figuritas griegas y la danza acabada.
Aquella noche, de pronto, Shiny sintió una agitación extraña en la terraza, ya que era la madrugada. En cuanto subió, vió a todos despiertos, asomados a la barandilla.
-¿Que pasa?- preguntó sorprendido.
-¿Por qué has venido?-le gritó Atsui.
-¿Venir a que?
-¡Callaos!-les gritó Kariya desde la otra punta de la sala, pero Kirino le hizo callar, poniéndole un dedo en los labios.
-¡Mirad!- dijo señalando un punto en el cielo.
Todos lo hicieron, de aquel punto bajaron millones de luces, envolviéndolo todo de un manto brillante, que duró varios minutos.
Cuando acabó, Kirino le explicó a Shiny que era lo que acababan de ver.
- Es la lluvia de estrellas Geminedes, una de las más espectaculares, aunque no muy importante.
-¡Vaya!

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